1. Lávate los pies todos los días. Por supuesto que con el jabón que va cayendo en nuestros pies mientras nos duchamos no es suficiente. Preferiblemente hacer con un champú especial, dándole mimos.
2. Baño relajante para tus pies. Prepara agua caliente y añade sal gruesa, sales esenciales, vinagre de manzana o bicarbonato sódico, no tener los pies en el agua más de media hora. Esto te ayudara a rebajar la tensión acumulada y te ayudara a mejorar la circulación.
3. Secarlos bien. Este es uno de los consejos más importantes que te podemos dar, seca muy bien tus pies. Sobre todo seca muy bien los espacios entre los dedos de los pies, para así evitar la aparición de hongos.
4. Eliminar durezas. Usando con frecuencia piedra pómez o alguna lija especial para pies. Siempre lo haremos de la ducha o de haber tenido los pies en agua tibia durante 20 o 25 minutos.
A continuación te dejamos algunos productos que pueden ser útiles.