Ya has elegido tu mascarilla, ¿y ahora? Te contamos los mejores trucos para aplicarla y que le saques el mayor rendimiento a tu producto.
Antes de todo, es muy importante que siempre leas las instrucciones que te indica el fabricante. Cada producto tiene unas directrices para que puedas utilizarlo de la forma más sencilla y que obtengas los mejores resultados. Nosotros te daremos unos truquitos para que lleves esas instrucciones de uso un poco más allá.
¡Atento!
Húmedo, no chorreando
Es importante que cuando vayas a aplicar la mascarilla tu cabello esté limpio y húmedo, pero no chorreando. Puedes secarlo débilmente con una toalla antes de proceder a aplicar la mascarilla de tu elección.
Esto es importante porque si dejamos nuestro cabello chorreando toda esa agua y aplicamos la mascarilla sin secarlo un poco antes, vamos a perder gran parte del producto con cada gota que caiga de nuestra melena. No podrá impregnarse correctamente a la fibra ni actuar como le pertoca por ese exceso de agua.
Peina y desenreda
Para que se distribuya el producto de forma homogénea es ideal que cepilles tu melena con cuidado antes y después de aplicar la mascarilla. Así te asegurarás que está bien repartida por todo tu cabello y, además, ayudarás a eliminar cualquier exceso de producto. Aunque creas que has repartido bien el producto con tus dedos a veces nos dejamos pequeños rincones o zonas sin querer y, de esta forma tan sencilla, nos aseguramos que toda la melena quede bien cubierta.
Menos es más
Muchas veces creemos que aplicar mucho producto va a provocar que este funcione mejor, que sea más intenso y más rápido, pero no es así. Un exceso de producto solo el cabello solo provocará que se sobresature la fibra capilar y que, en el peor de los casos, quede con un aspecto grasiento, sucio o apelmazado.
Por eso mismo es importante poner una cantidad lógica y repartirla bien por todo el cabello y, añadir más si lo necesitamos.
Calor y gorritos
Uno de los trucos para conseguir un resultado más rápido y óptimo es aplicar calor o envolver nuestro cabello con gorros térmicos o con papel film transparente. Por una parte, el calor ayuda a abrir la cutícula de la fibra capilar y que el producto penetre más profundamente. El calor debe ser siempre leve y con cuidado, no queremos ni secar ni quemar nuestra melena.
La otra opción es envolver con un gorrito o film transparente nuestro cabello impregnado con la mascarilla para obtener un resultado parecido al de la exposición al calor.
En ambos casos conseguirás un tratamiento más profundo y podrás acortar los tiempos de exposición.